El domingo nos reunimos para comer cerca de sesenta mujeres y un hombre afectados de cáncer. Eramos una parte del colectivo que compone las “Supernenas”.
Un rato muy agradable compartido con un montón de personas en la misma situación. Todas hemos vivido la misma experiencia, aunque cada una la haya afrontado a su manera. Una misma experiencia y mil formas diferentes de afrontarla.
Juntas hemos celebrado que seguimos vivas y que la vida continúa. Unas iban con pelo, otras sin él, unas curadas y otras en el camino de lograrlo. Pero todas compartiendo la misma esperanza de dejar atrás ésta enfermedad llamada cáncer.
Ha sido un rato para conocernos mejor, saludarnos, besarnos y para reír. En el fondo no somos otra cosa que una gran familia de iguales, personas que te comprenden y te escuchan cuando lo necesitas.
Me hubiese gustado poder haber participado más, bailar y interaccionar con vosotras, pero aún tengo muy poca energía. De hecho, aunque estuve todo el tiempo sentada llegué agotada a casa.
Muchas gracias por vuestro apoyo, ya sabéis que contáis con el mío.
Paula Cruz Gutiérrez.